Si llevas un buen tiempo estudiando la forma en la que funciona internet o tienes pensado poner a funcionar una página web, seguramente habrás oído hablar de los servidores dedicados, y probablemente habrás pensado, erróneamente, que se tratan de una tipología más del uso de estos aparatos.
No obstante, cierto es que los servidores dedicados engloban mucho más que el simple uso de un dispositivo para alojar sitios web, así como los algoritmos asociados a estos. Es por esto que, en esta ocasión, te vamos a detallar con más profundidad a qué se le llama “servidor dedicado”.
Usar toda la capacidad del servidor dedicado
Los servidores dedicados son aquellos que tienen exclusivamente un propietario que puede utilizarlos con fines propios o colectivos sin someterse a la voluntad de terceros, que pueden ser arrendadores de espacios en servidores (hosting) o empresas dueñas de centros de datos.
Son aparatos que tienen la ventaja de que, al ser adquiridos, permiten que la persona pueda utilizar toda su capacidad con libertad, pudiendo emplearlo para diversos fines. Metafóricamente hablando, es como si, en lugar de comprar una casa en un condominio y pretender arrendarle una habitación a alguien, se consiguiese un edificio entero, en el que es posible rentarle a alguien los departamentos que posee.
Los servidores son dispositivos que tienen una gran capacidad de almacenamiento, así como procesadores de alta capacidad, por ende, pueden albergar una buena cantidad de sitios web, al igual que sus datos y ficheros de respaldo, además de que pueden ejecutarlas todas al mismo tiempo sin que se presenten errores de hardware o que haya un sobrecalentamiento que pueda afectar gravemente los componentes electrónicos.
Prestar servicios digitales
A lo anteriormente mencionado, se le suma el hecho de que un servidor dedicado puede utilizarse para prestar servicios digitales en centros de datos, es decir, en cuartos o edificios enteros que poseen una red conformada exclusivamente por servidores, dedicados y no dedicados, además del dispositivo de red que los comunica con la internet.
Además del hosting, entre tantas cosas que se pueden efectuar, destacan dos tipos de servicios que puede prestar un servidor dedicado en un centro de datos: El DHCP y el DNS.
El DHCP es el protocolo por medio del cual las direcciones de protocolo de internet para redes, tanto públicas como privadas, es asignado y configurado automáticamente a cada host o dispositivo que se conecta a través de ellas, ahorrando una buena cantidad de tiempo y dinero en conseguir técnicos que se encarguen de esta labor cada vez que se conectan nuevos dispositivos a la red.
Por su parte, el DNS o sistema de nombres de dominio, es el servicio más prestado por los servidores dedicados, pues consiste en indexar las direcciones de protocolo de internet de los lugares en donde están alojadas las páginas web a números de protocolo de internet, de modo que las personas que van a realizar una consulta a un sitio de internet, no tienen que colocar la IP de la página a la que van a ir, sino simplemente introducir una URL en el buscador.